“Esa pequeña cabaña se convirtió para mí en una verdadera pequeña iglesia”.
Estas palabras fueron dichas más tarde por el Padre Pío. Mercurio Scocca, amigo de la infancia del Padre Pío, vivía cerca del lugar donde una vez estuvo la pequeña cabaña de heno, en una gran granja cerca de la casa de la familia del fraile, en Piana Romana.
En 1958 se inició la construcción de la iglesia dedicada a San Francisco de Asís. Hoy es un gran camino sombreado por pinos, y este lugar, tan querido por el Padre Pío, es meta de peregrinos cada vez más numerosos.
Aquí fue donde el Padre Pío recibió la primera señal de los estigmas.